Descripción
Inspirado en una fotografía capturada por buceadores en aguas cristalinas del Mediterráneo, este cuadro representa un banco de peces tipo salpas desplazándose en formación, como una coreografía natural bajo el mar. La escena ha sido reinterpretada exagerando la riqueza cromática del entorno submarino.
Los peces, con sus característicos tonos amarillos sobre cuerpos azulados, atraviesan la composición aportando dinamismo y dirección. La luz solar, que se cuela desde la superficie, genera un juego de brillos sobre sus escamas y en el agua que los rodea, transmitiendo una sensación palpable de profundidad y movimiento.
El azul dominante se oscurece progresivamente hacia el fondo, envolviendo a los peces en una escena que parece flotar entre la luz y la sombra del océano.
Esta pintura además de representar la belleza del mundo submarino, también conserva el instante efímero registrado por la cámara, llevándolo a un plano artístico lleno de vida y serenidad.




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