Descripción
Este cuadro nació de mi fascinación por las paleras salvajes, esas plantas que crecen sin pedir permiso, que llenan el paisaje con su presencia espinada y silenciosa. Quise que dominaran el lienzo, casi como lo hacen en la tierra: con una fuerza que pasa desapercibida, pero que lo ocupa todo. El verde es el color principal, sí, pero no es un verde plano —está cargado de sombras azul oscuro, como si la noche viviera en sus pliegues y hendiduras.
Los higos chumbos, en ese naranja vibrante, son como pequeñas explosiones de vida entre la espesura. Me interesa ese contraste: lo áspero y lo dulce, lo duro y lo frágil. Pintarlos fue como hablar de resistencia, de frutos que nacen en lugares imposibles.
Al fondo, apenas un trozo de cielo azul, casi escondido, como recordando que hay más allá, pero que por ahora estamos aquí, en la maraña, en lo salvaje. Esta obra es un homenaje a lo indómito, a lo que crece fuera del orden, con su propia ley, su propio ritmo. Las paleras, para mí, son símbolo de libertad y de una belleza que no necesita permiso para existir.»




Ficus fantasía 100x80 cm
Valoraciones
No hay valoraciones aún.